“Debes saber que no hay nada más elevado, más fuerte, más sano y más útil para la vida futura que un buen recuerdo, especialmente un recuerdo de la infancia, del hogar… Si un ser humano lleva consigo muchos de estos recuerdos a lo largo de su vida, estará a salvo hasta el final de sus días”. — Fiódor Dostoievski, Los hermanos Karamázov
Imagen: Juan Esteban Rivas
La memoria es luz tibia que une pasado y porvenir. Esas memorias que anidan en el corazón, que brotan de la infancia, se vuelven faro para una educación posible, sembrada con intención, acogida con esperanza. Recordar, implica para nosotros, el acto creador de renovar el terreno fértil donde hemos crecido como Cosmo Schools: un movimiento educativo de cinco años que hoy celebramos con gratitud y mirada luminosa.
En este quinto aniversario, resuenan las voces de niños, niñas, adolescentes y sus familias, quienes han dado vida y sentido a este camino. A su lado, también volvimos a escuchar a los líderes y lideresas que han sido fundamentales en la construcción de este movimiento educativo. En sus palabras encontramos esa mezcla de emoción, visión y propósito que ha guiado nuestra historia.
En nuestra franja: “Conversaciones cortas, ideas profundas”, sembramos un espacio donde brotan memorias como semillas de futuro. Aquí encuentras nuestra playlist con estos testimonios que nos invitan a mirar atrás con gratitud y hacia adelante con esperanza.
En esta conmemoración nos acompañaron voces inspiradoras como las de David Escobar, director de Comfama; Andrés Roldán, director del Parque Explora; Claudia Restrepo, rectora de la Universidad EAFIT; Juan Manuel Restrepo, rector de CESDE; y Melisa Álvarez, directora de Cosmo Schools. Cada uno, desde su experiencia, nos devolvió la certeza de que lo soñado hace cinco años hoy es una realidad viva que sigue creciendo.
Junto a ellos y las 19 familias que creyeron en este sueño desde el inicio, conversamos con una referente en educación emocional: Mar Romera, madre, maestra, licenciada en Pedagogía y en Psicopedagogía, quien nos recordó la fuerza de una educación centrada en el ser, las capacidades, las competencias y el corazón.
Hoy, después de cinco años, solo podemos decir gracias. Gracias a las familias que han confiado, gracias a los niños, niñas y adolescentes que nos inspiran cada día, gracias a los líderes y lideresas que creyeron en este movimiento educativo y lo hicieron posible. Gracias por seguir siendo parte de esta historia que estamos escribiendo juntos.
Te invitamos a volver a pasar por el corazón estas memorias vivas, a escuchar las voces que nos han guiado y a disfrutar de las conversaciones que celebran nuestra historia y nos proyectan hacia el futuro.
